sábado, 7 de marzo de 2009

* AMORES Y MISTERIOS DE UN PRÓCER

Puede el conocimiento de una dimension mas humana de un procer proyectar alguna sombra sobre la titanica tarea que le permitio ganarse un lugar en nuestra historia?
Probablemente la gran mayoria de los interesados por nuestra historia estan mas satisfechos cuando se alejan del mito y se acercan a una comprension mas precisa de los hechos, pero esta busqueda no es por cierto compartida por todos.
sin embargo ésto no cambia los hechos.
* * *
La familia de Juan de San Martin y Gregoria Matorras ya tenia cuatro hijos (y Gregoria 40 años) cuando llego el ultimo vastago de la familia, a quien llamaron Francisco Jose. Como si estuviera mimetizado con ese ambiente de las Misiones, el bebito tenia la tez oscura y la nariz aguileña. Poco despues, Juan fue reemplazado como gobernador de Yapeyu y la familia se traslado a Buenos Aires, donde el capitan no logro obtener un cargo similar.
Desalentado por su fracaso, Juan retorno a España y se establecio en Malaga, donde el niño Jose se crio en un hogar signado por el abatimiento. A los 11 años (en violacion de los reglamentos que establecian un minimo de 12) fue admitido como cadete en el regimiento llamado Murcia, donde aprendio a ser obediente, reservado y a desconfiar de los demas. Un informe de su comandante le nego la promocion por "vicios indecorosos", pero otro jefe rectifico el dictamen y Jose pudo llegar a ser oficial.
Participo de las derrotas en Oran a manos de los arabes, en Collioure frente a los franceses y se encontraba en la fragata Santa Dorotea cuando fue apresada por los ingleses. En los lugares de forzosa internacion, aliviaba su soledad de vencido tocando la guitarra y pintando los crepusculos maritimos en su caballete. En Bailen integro el ejercito vencedor frente a las tropas napoleonicas, pero sus ideas liberales lo habian colocado mas cerca de los invasores galos que de los retrogrados defensores de Fernando VII. Cuando uno de sus jefes, el marques de la Solana, fue ahorcado por las turbas en Cadiz acusado de "afrancesado y traidor", y otro, el marques de Coupigny, fue privado del mando por haber nacido en Francia, se dio cuenta de que no habia ya lugar en España para los que sostenian las ideas de tolerancia, ciencia y filantropia. Miembro de una logia masonica, decidio contribuir a las luchas por la independencia de las colonias en America, con la esperanza de que alli pudieran ponerse en vigor los principios del liberalismo que la peninsula rechazaba.
Tenia 34 años cuando llego a Buenos Aires. Habia habido en su vida mujeres cuarteleras y "manolas" de vida alegre, pero seguia siendo un hombre solitario y de pocos afectos. Se enamoro de Remedios de Escalada, una jovencita de 15, y se caso con ella pese a la oposicion de su madre, que lo calificaba de "plebeyo" o lo llamaba despectivamente "el soldadote".
En la dominante logia del Rio de la Plata, Jose rivalizo con Carlos de Alvear, un hombre menor que el y de inferior grado militar, pero que descollaba por su inteligencia, su brillo social y su riqueza. Se comentaba que el padre de Carlos, Diego de Alvear, en su juventud habia tenido de amante una india en Yapeyu, con la cual habia concebido un hijo. Esta criatura, bautizada como Francisco Jose -afirmaba la version-, habria sido entregada al matrimonio de Juan y Gregoria de San Martin para que lo criaran. De este modo, Carlos y Jose vendrian a ser entonces medio hermanos y, precisamente, a San Martin lo apodaron como El Cholo o el Tape de las Misiones, por su apariencia de mestizo.
Cuando Jose fue designado gobernador de Mendoza, se insubordino contra el director supremo, Carlos de Alvear, y contribuyo a precipitar su caida. Al iniciar el cruce de los Andes, San Martin envio a su esposa y a su pequeña hija a Buenos Aires, a casa de sus padres. En Santiago, Chile, tuvo un romance con una dama y una noche, al visitarla en su casa, advirtio que estaba compartiendo sus favores con un oficial bisoño, el hermano menor de Manuel Olazabal. Prudentemente, Olazabal dejo el campo libre a su general. Desobedeciendo las instrucciones del gobierno de Buenos Aires, que le habia ordenado volver al Rio de la Plata para impedir las invasiones de los caudillos federales del Litoral, San Martin inicio su expedicion a Peru con el grado de brigadier general de Chile, bajo la bandera de este pais y con su apoyo economico. Desembarco en Huaura, donde establecio su cuartel general por varios meses. Por las noches solia visitar la estancia azucarera de San Nicolas de Supe, donde sostuvo una relacion con su propietaria, Fermina Gonzalez Lobaton. Una tradicion peruana afirma que el hijo que esta mujer tuvo nueve meses despues habia sido engendrado por don Jose.
Al llegar a Lima asumio el Protectorado (pese a que el mandato chileno lo habia desaconsejado) y alli mantuvo un affaire con Rosa Campusano, una guayaquileña que habia actuado como espia a favor del bando patriota. Cubierta su cabeza con un velo y vestida con manto, Rosa habia distribuido mas de una vez panfletos subversivos y habia ocultado en una casa a varios oficiales españoles que habian desertado para pasarse a las fuerzas revolucionarias.
Don Jose se instalo en una residencia en el pueblo de la Magdalena y alli solia atender el despacho diario, que uno de sus ministros le llevaba desde Lima. Rosa, que era soltera, lo acompañaba con frecuencia, y los sabados a la noche partian en lujosa carroza rumbo a las fiestas de la capital, ella con vestido y zapatos de seda y el con su nuevo uniforme de general, con abundantes hilos de oro. Cuando el protector incluyo a Rosa entre las ciento doce mujeres condecoradas con la Orden del Sol, la sociedad tradicional limeña lo considero una afrenta.
Resistido por los realistas por sus exacciones y rechazado por los republicanos por sus planes monarquicos, San Martin no tenia tropas suficientes para vencer a los españoles acantonados en la sierras. Viajo entonces a Guayaquil a solicitar refuerzos a Simon Bolivar, que vivia momentos de victoria. Bolivar se los prometio, pero en numero muy insuficiente, y don Jose se deprimio al comprender que su hora habia llegado. Esa noche y a la mañana siguiente parecio consolarse con la compañia de una joven viuda, Carmen Miron y Alayon, cuyos descendientes llevan hasta hoy el apellido San Martin.
Don Jose renuncio al Protectorado y viajo hacia su chacra de Mendoza, donde recibio una carta de su esposa, a quien no veia desde hacia cuatro años. Moribunda de tisis en plena juventud (tenia apenas 25 años), Remedios le pedia que fuera a Buenos Aires a darle su ultimo adios. San Martin, sin embargo, opto por quedarse en Mendoza y recien partio varios meses despues de su fallecimiento, a buscar a su hija de 7 años. Le costo sacar a su chiquilla de la casa de su abuela y marcho con ella a Europa, donde habria de vivir casi tres decadas. Alli murio viudo y ya abuelo, el 17 de agosto de 1850.

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